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A la sazón, nuestros dos amigos aventureros, después de no encontrar a la pastora, fueron a parar a una pradera, junto a la cual corría un apacible y fresco arroyo, en donde resolvieron hacer la siesta, mientras las bestias descansaban y chasqueaban un poco de yerba
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Tras una breve siesta, cogimos el autobús y nos plantamos ante la puerta de la venerable
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la lectura a lo largo de las horas más tenues, pero la inevitable siesta era interminable en
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siesta! ¡Que se quedara la niña en el
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El sábado se fue en bucear, bañarse, comer, echar la siesta, leer y hablar,
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resobado y lustroso, y un gran sillón,incomparable para dormir la siesta
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cielo más alto, y en aquella siesta interminabletrascendía en torno de ella el
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La siesta, bien entrado el calor del estivo ó estío, de aestivu(m)
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La siesta pesaba, agobiaba de luz y silencio
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ponen los viageros á cubierto contra los torrentes de lluvia; siesta continúa, construyen tambien para ellos
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siesta Marín,empezó a llamarse a aquel sitio en la población el
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Después del mediodía, en vez de irse a dormir la siesta a la
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de los criados, ydéjese la prosecución para después de la siesta,
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hora de la siesta
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elmomento en que padre y madre durmieran la siesta, para poner aldaba a lapieza
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(o Bigotes, el gato) sólo estaba tomando una siesta
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casa estaba en poder de loscriados, que dormían la siesta, según costumbre, donde el
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nuevo, y durante la siesta de la baronesa,los interrumpidos
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Muchas veces dormía allí su siesta debajo de un tilo, arrulladopor el glu glu del
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Unos han partido y los demás duermen la siesta
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ensilencio, y sin duda los habitantes de la casa estaban sumergidos en elagradable sopor de la siesta ó
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Miércoles y domingos, dormida la siesta, acudían a su palacio losvarones más
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A la hora en que los porteros duermen la siesta, se había dirigido a latienda de
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El doctor había dormido su corta siesta habitual, y
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Descabezaba una tarde la siesta el marqués, cuando llamaron a la puertacon grandes
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parecían galvanizados por la guerraque los arrancaba á la siesta
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durmiendo la siesta con lacocinera, una mujerota fea y obesa hasta la monstruosidad,
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Pasada la hora de la siesta vino el padre Gracián
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pues casi todos eran empleados, los otrosa dormir la siesta
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en el estío, á la hora dela siesta, advertida de que la está
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Chloe tomó una siesta con la cabeza
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Se dirigió hacia la parte más concurrida de la colonia, una masa embarullada de machos y hembras que disfrutaban de una siesta
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—¡Cáspita! —gritó lord Caterham, incorporándose en el sillón en que dormía la siesta
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El general Radley acababa de despertar de la siesta
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El bosque estaba lleno de gente, comían unos pegados a los otros, bailaban de un lugar a otro al son del acordeón o de la guitarra, el mar gruñía muy cerca, nunca hacía calor suficiente como para bañarse, pero sí la temperatura necesaria para caminar descalzos en las primeras olas, mientras los otros dormían la siesta y la luz que se suavizaba imperceptiblemente volvía aún más vastos los espacios del cielo, tan vastos que el niño sentía asomarle las lágrimas al mismo tiempo que un gran grito de alegría y gratitud hacia la vida adorable
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La abuela de Jacques trabajaba por la mañana y circulaba descalza por las habitaciones en penumbra, vestida con una simple camisa, agitando mecánicamente el abanico de paja, arrastrando a Jacques a la cama a la hora de la siesta y esperando el primer fresco de la noche para volver a sus tareas
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Perdido el incentivo del trabajo, se limitaban a acudir a los campos y echarse una buena siesta
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Era aquella la hora de la "gaila", la siesta sagrada en el desierto pues durante las cuatro horas de calor más intenso los hombres —y aun las bestias debían mantenerse quietos a la sombra, si no querían correr el peligro de deshidratarse o caer fulminados por una insolación
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—¡Hola, Crystal, soy Sookie! —grité, aunque intenté no hacerlo muy alto para no sobresaltarla en el caso de que estuviera echando una siesta
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Por las mañanas, a mediodía y en la hora de la siesta, cuando los chicos jugaban en el cementerio, los miraba desde muy dentro de la habitación, avergonzado de que pudieran verme en la ventana y supieran que estaba prisionero
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De sobremesa, propone el PRIOR un agradable plan para la tarde: siesta, el que quiera dormirla; después, paseo hasta la casa de labor de abajo, que es la más interesante; visita a los corrales, establos y cabañas, y, por fin, solemnes vísperas con órgano, Salve, etc
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—¡Forzados que duermen la siesta, compadecedlos! —dijo el abate
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Ese mismo día, más tarde, y después de una siesta, también hablo con el patólogo, y me dice que al cuerpo lo movieron para bajarlo de la montaña metido en la bolsa de plástico, y por tanto, lo que recibió en el laboratorio de patología era muy diferente de lo que indicaban los primeros informes
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Betty estaría haciendo su siesta y las personas mayores, o bien estaban descansando, o habían salido
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Esa tarde de agosto Abigail despertó abochornada de la siesta, hacía mucho calor y el aire estaba cargado con presagios de tormenta
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Los domingos el tío Eugenio se quedaba en el comedor discutiendo las decisiones con ella, mientras Luis se hundía en una larga siesta, de la cual resucitaba al anochecer, empapado de sudor y con el estómago revuelto, pero siempre dispuesto a irse otra vez de jarana con sus amigos
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Por eso, de vez en cuando Zulema asoleaba sus adornos a la hora de la siesta
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Se quedó mirando fijamente al patrón mientras su voz de terciopelo se elevaba apasionada en el sopor de la siesta
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Sin vigilancia, abandonaron sus tareas y pasaban el día en una orgía de siesta y chismes, mientras se secaban las plantas por falta de riego y se paseaban las arañas por los rincones
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Prefería a las mujeres plácidas y opulentas y la visión de Blanca echada sobre almohadones observando el cielo a la hora de la siesta, le recordaba a su madre
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Cuatro días más tarde, el buque los depositó en la más olvidada provincia del Norte, donde sus elegantes ropas de viaje y sus maletas de cocodrilo pasaron desapercibidas en el bochornoso calor seco de la hora de la siesta
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Después de la siesta escribía a su madre y a veces a su hermano Jaime y cuando el sol se ponía y refrescaba un poco, iba a caminar por los alrededores para desentumecer las piernas
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Ella estaba entrando a la casa, a plena luz de la siesta, cuando él le salió al encuentro
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Al mediodía regresaban y, tras el almuerzo y la sagrada siesta, comenzaban a ensayar sus trucos y ejercicios de volatineros
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El segundo día tras la siesta, Florencio la retó
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Me consuelo de esta separación pensando en mi madre con su bigotudo profesor de pintura, con sus amigas en el té de los lunes, durmiendo la siesta entre sábanas de lino almidonadas, presidiendo la mesa en los banquetes preparados por Berta, en su hogar lleno de parientes y amigos
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Escogió una butaca que estaba al lado del balcón, y sólo volvió a hablar cuando su nieta sirvió las copas, sentada en la misma banqueta que le gustaba cuando era niña y se quedaban las dos solas para ver una película en la televisión mientras Ignacio se iba a dormir la siesta
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Dos tardes después, a la hora de costumbre, doña Caterina, el ama de llaves, ajustaba los postigones del cuarto de Marta a la hora de la siesta
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Jamás había dormido tan serenamente su siesta, despertando alegremente con la voz de Tonico, infatigable visita después del almuerzo para un dedo de amargo que ayudase la digestión, y un dedo de conversación antes de abrir la escribanía
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Ocurrió después de la siesta
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Más tarde, de nuevo en la Tierra, le explicaron a Orlov que el ecocardiógrafo de a bordo había demostrado que su actividad cardiovascular se había ralentizado y permaneció baja después de su siesta
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Concluida la patética narración, Baraona habló de retirarse a Vitoria; pero los demás fueron de opinión que se durmiera la siesta al amparo de aquella hermosa olmeda, y así lo hicieron los cuatro personajes, quedándose en vela Genara y Carlos
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(Los italianos se levantan justo antes del amanecer y luego duermen la siesta durante las primeras horas de la tarde
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Llegados que fueron al palacio del walí, entregaron la vieja a los guardias, y les dijeron: "¡Queremos ver al walí! Los guardias contestaron: "Está durmiendo la siesta
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El Alcaide duerme la siesta
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Cuando, después de una siesta reparadora, sus tíos y tías se reúnen en el porche para tomar el té y contar historias, la charla desemboca a veces en los viejos tiempos de la granja
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Carnicero, a quien el peso de los años no estorba para seguir trabajando; allí toma su chocolate macho con bollo maimón; allí come su cocidito con más de vaca que de carnero, algo de oreja cerdosa y algunas hilachas de jamón que el vacilante tenedor busca entre los garbanzos azafranados; allí duerme la siesta, echando la cabeza sobre las orejeras del sillón; allí se le sirve la cena que empieza invariablemente en migas esponjosas y acaba en guisado de ternera, todo muy especioso y aromático; [170] allí cuenta el dinero que es, según dicen, el más constante de sus visitadores, y se desliza sin hacer ruido por entre sus dedos alcornoqueños, cual si por virtud rara también el oro se sometiese a tomar las apariencias del corcho o del pergamino en aquel imperio del silencio; allí recibe a los que van a ocuparle, y son por lo general clérigos o frailes, y allí está cuando entran Jenara, Pipaón y Micaelita
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escalones se echaban de un lado como si quisieran dormir la siesta
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Era costumbre en él, durante los últimos tiempos de su enfermedad, dormir una breve siesta
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Despidieron a Genara aquel día, 16 de Julio de 1834, y se retiraron todos, los unos a su oficina, pues casi todos eran empleados, los otros a dormir la siesta
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Todavía en aquellos tiempos se dormía la siesta, y al día siguiente de aquel 16 da Julio fue cuando la Providencia dispuso que el Gobierno durmiera una siesta célebre
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Se nos permite echar una siesta en día caluroso, el día del siglo
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LA SIESTA EN EL BRASIL
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un rudo golpe a todos los que duermen la siesta
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Ovejeiro comprende que la siesta es un vicio
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Pero también, debo decirlo, hay ángeles simpáticos y una cohorte especial, a la que he llamado los ángeles humoristas, que me hacen recordar que el ser ideal es un ángel devastado por el humor, y hay un sol artificial que nunca es posible ver pero que sale con regularidad asombrosa y que llega a semejar las estaciones en alguna regiones cuando brota un poco más tarde en invierno y un poco más temprano en verano y que se oculta igualmente pronto, pero la ausencia y prohibición de tener relojes no nos permite hacer buenos cálculos acerca del tiempo y tampoco es que importe mucho, nos deja un poco en penumbra pero nos trae una perpetua luz, pálida, casi polar, como la de un tubo de neón que estorba el sueño de los que gustamos de la siesta cotidiana después de la hora del almuerzo
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Philips, al ver su expresión extenuada, le sugirió que hiciera una siesta de un par de horas
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El grupo había decidido, después de una merecida siesta por parte de Sheila y Nancy, hacer una incursión en la ciudad para recoger instrumental de investigación
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Mientras subía en un ascensor desierto, Erica recordó que en Egipto no se trabajaba durante la siesta y temió que no le sería posible ver a Nasef Malmud hasta las últimas horas de la tarde
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Es la hora de la siesta; que, a diferencia de casi toda Cádiz, ella no duerme nunca
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Pero Turbor se había incorporado en su litera, y olvidado por completo su interrumpida siesta
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Prácticamente todos los santos lugares se encuentran en cuevas: Anunciación, Nacimiento, carpintería de San José, amamantamiento de Jesús, siesta de san José cuando se le apareció
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En efecto, al mes justo de la ejecución, el rey murió, en Jaén, durante una siesta, antes de cumplir los veintisiete años
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Durmieron la siesta en los sillones del porche, acunados por el susurro fértil que fluía del jardín, y tras la caída del sol, encendieron la chimenea y él le contó cuentos para que ella relatara el final
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La hora de la siesta era eterna en la Ciudad Eterna
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Según la señora Hume, Effing estaba durmiendo la siesta
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Paul no sabía dónde estaba Jaime, pero supuso que estaba durmiendo una siesta
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Berringer apareció por la puerta de entrada de la cocina, con la camiseta arrugada, debido a la falsa siesta, y con unos boxers que le asomaban por debajo de los vaqueros
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Para cualquiera que por casualidad pasara por allí, Bayalun era igual a cualquier otra matrona, durmiendo la siesta al sol
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Cuando los últimos pelotones hubieron tomado posición en la llanura, un escudero despertó al Khahan de su siesta
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De todos modos, para justificar rigurosamente su uso como un elemento esencial en la solución de la ecuación general, queda por ver siesta simplicidad deformas realmente nos permiten llegar a alguna idea de la naturaleza de sus raíces, captar lo que es peculiar y esencial en la forma de existencia de estas cantidades, de las cuales nada se sabe más allá del hecho de que no son expresables por radicales
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Un ataque al corazón le sobrevino durmiendo en plena siesta de Domingo de Ramos
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En un pasillo de un costado había una hilera de bancos para que clientes y demandantes pasaran el rato con expresión patética mientras el pretor roncaba durante la siesta
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La tensión me provocó un nudo en el estómago al pensar en el encuentro con los guardaespaldas frigios, pero la organización de Priscilo se había replegado: había bajado la guardia durante la siesta
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Quizá su legado estaba echando una siesta en su propia casa y el prefecto de campamento tenía un resfriado
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Se le ve desde lejos, extendido a lo largo del río, como un pastor de vacas que echa la siesta a orilla del agua
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Ahora duerme la siesta como hasta las cinco