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Un duelo bajo el
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afición a los libros sabrías que el último duelo, el definitivo, opone, invariablemente, a los
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Ellos llaman a sus esposas mientras desafías a un duelo a muerte
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Ayuna en duelo por los que se acuestan
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En cuanto a ella, Verónica, ¿en qué había de fundarle?Reconocía que era hermoso de cuerpo, noble de alma, y culto y rico deinteligencia; que levantaba muchos codos por encima de los galantesfrívolos, de los mozos simples y de los viejos verdes que más abundabana su alrededor; que sentía una lícita y honda complacencia en verseobjeto de sus codiciadas atenciones; que le ola con gusto y que seapartaba de él con cierta pena; que después de cada entrevista le durabasu recuerdo largas horas; que se preparaba para la inmediata con mayoresprecauciones que las de costumbre en parecidos casos, y, por último, queharía cualquier sacrificio por vencerle en el duelo medio empeñado entreambos, es decir, por arrancarle el secreto de sus intenciones, laprimera gota
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Al dar lectura a las resoluciones de duelo y tocarle el turno al
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quepronuncia antes y durante el duelo; y sus terribles reconvenciones aMargarita,
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No tardaron en ponerse a discusión las condiciones del duelo
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Trentanario, duelo del primer mes
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duelo general por susvirtudes y muy particularmente, del de todos los varones
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todas las leyes yordenanzas de lo que llaman el duelo en la uña; y así, no hay más que hacersino
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Justo: al del duelo
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duelo, la tierra consume el cadáver y el olvidodevora los recuerdos
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—Hace como una hora ha salido bien del duelo
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conversación va á tener algo de un duelo ámuerte; mas prefiero intervenir en él, ser cómplice en el delito devuestro espantoso diálogo, á que sucedan cosas peores
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mano con gran afecto y leenteraron de las condiciones del duelo;
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distraerse y llevado de la atencióncon que consideraba el duelo
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comarca congregada en duelo, enviaba, en alasdel viento, un
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laiglesia; seguidos por el llanto y el duelo de doce aldeas,
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Di, pues, un severo edicto contra el duelo, redactado en
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contra el duelo, si bien me rogó que loprohibiese en absoluto
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adolescencia, a un duelo en lajuventud, a un momento
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Entre todas esas casas silenciosas y negras, hechas para el duelo, latristeza y la mala suerte, ninguna
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la presidenta del duelo, despuésde ponerse la mantilla y de dar á su fisonomía el aire de compunción deque
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una cuestión poco limpia habíatenido un duelo, y no había
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El duelo, en medio de la duración del mundo, es una invención de ayer:cerca de seis
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duelo será una consecuencia forzosa de estacontradicción social
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sublime del pundonor, y si se considera en el duelo elmero hecho de satisfacer una
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con la amada por quien hago duelo y que fue infiel
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muchas mugeres queacompañaban el duelo, pudo seguir llena
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La ocasión para un duelo pareciole especialmente oportuna,
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hubiesen llegadoa sus oídos los rumores de duelo; su presencia y
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duelo con el señor de Lerne sería unalocura
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origen con su conducta de esta noche,y a las que este duelo daría
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duelo, del nombre de los testigos, delarma elegida, de la hora y
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A consecuencia del duelo que había terminado de un modo tan
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llevaba condemasiada despreocupación el duelo de un hombre
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Hora y media después, el duelo tenía lugar en el bosque de
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—Un duelo con su acompañamiento ordinario de padrinos,
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y se desborda el duelo ó la alegría,
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había menester; pero no creyó en el duelo opendencia que don Policarpo había supuesto y
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Don Andrés no se arredraba ante la previsión de un duelo
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Lamentan los cautivos aquel duelo,
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Soñaba que se batía en duelo
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Y los salvajes presentes mostraron entonces interés en el duelo
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Después del entierro, y pasados los nueve días de duelo, la
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ó hubiera sabido el duelo y tiene pregonado que á losduelistas de la guarnición les
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seconocía la etiqueta del duelo, pero eran muy frecuentes los encuentrossingulares
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como si asistiera aun duelo
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duelo entre el notario y Ayvaz-Bey seríainútil, comprometedor y
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el duelo está perdiendo prestigio
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Detrás del duelo iba una escasa representación del sexo débil; pero,según las de la cesta y las
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lanzaba sobre el duelo aquelchaparrón furioso
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—Padrino del duelo a muerte entre Mesía y Quintanar
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usted, Fígaro condena el duelo, y confiesa que él sebatiría llegado el caso
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Lo cierto era que Fulgosio, el coronel, nuncahabía presenciado un duelo a
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Cuando llegaron a la meseta, lugar del duelo, don Víctor y los suyosencontraron solo el
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descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido, unex-regente de Audiencia muerto de un pistoletazo en la
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Sí, sí, el escándalo era lo peor, aquel duelo funesto también era unacomplicación
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la condición de que será paraarreglar el asunto lógicamente, evitando el duelo
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ablandarse seducido por el misterioque creía entrever en este duelo inesperado
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Conesto del duelo es imposible hablarle…
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Antes del duelo le había entregado igualmente todoel dinero que tenía en su alojamiento
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presidio permanente; o el dematarlas en duelo para el hombre
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Que se los había quitado en señal de duelo
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Contando aquellas cosas en tono de duelo yconsternación, un gozo extraño,
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El duelo se verificaría en el Puerto de Santa María, en la finca de unamigo del marqués
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Se han encontrado, y van a tener un duelo
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Hay un duelo pendiente a bordo, y los adversarios, así
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hanconfiado a mí en esto del duelo
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Lospreparativos del duelo les habían obligado a salir del buque
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contestar,entablándose un duelo de artillería
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ansiado duelo con el primeroque le diese el más leve
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El duelo esinevitable
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Las condiciones del duelo se redujeron a que, una vez el sable en lamano, cada uno de los dos
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empresa había fracasado y sucorazón, de duelo, ya no latía como
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motivo para un duelo
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Se había batido una vezen duelo
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descanso enel Club Social las condiciones del duelo
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Vestida de duelo se presentó en el salón de palacio en
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Se cerraronlos coliseos y el duelo fué
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rabo pordesollar; esto es, la ceremonia de recibir el duelo en
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Un duelo era en
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La curiosidad, el recelo, la desconfianza,el miedo, la duda, formaban aquel extraño duelo, en el
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Durante los casi tres meses que llevaba con su tío, Kit había estado inactiva, algo infrecuente en ella, aparte de haber sostenido un duelo y tener tres o cuatro amantes
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El lento cortejo testimoniaba más el duelo de una nación de incierto porvenir que la cólera del combatiente social
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«Mejor es ir a una casa de duelo que a una casa de festín, pues en ésta se ve el fin de cualquier hombre, y quien esté vivo pondrá todo eso en su corazón
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La tristeza es mejor que la risa, porque, por la tristeza del rostro, el corazón se hace alegre; el corazón de los prudentes está en la casa de duelo, pero el corazón de los insensatos está en la casa de alegría
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Germán y el cura mantienen un duelo desde hace años
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Pero, de repente, durante el transcurso del mortal duelo, el rostro del sari quedó vuelto hacia ella
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La conversación se había convertido en un duelo de inteligencia entre los dos hombres
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Y hace un rato, después de escribir la frase de Borges que encabeza este fragmento, pensé que el gesto de Suárez es un gesto borgiano y esa escena una escena borgiana, porque me acordé de Alan Pauls, que en un ensayo sobre Borges afirma que el duelo es el ADN de los relatos de Borges, su huella digital, y me dije que, a diferencia del falso duelo que alguna vez inventaron Adolfo Suárez y Santiago Carrillo, esa escena es un duelo de verdad, es decir un duelo entre hombres armados y hombres desarmados, es decir un éxtasis, un trance vertiginoso, una alucinación, un segundo extirpado a la corriente del tiempo, «una suspensión del mundo», dice Pauls, «un bloque de vida arrancado al contexto de la vida», un agujero minúsculo y deslumbrante que repele todas las explicaciones o tal vez las contiene todas, como si efectivamente bastara saber mirar para ver en ese instante eterno la cifra exacta del 23 de febrero, o como si misteriosamente, en ese instante eterno, no sólo Suárez sino todo el país hubiera sabido para siempre quién era
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Pero es que yo acabo de participar en un duelo, un duelo que ningún Ippolit de esos podrá nunca imaginar siquiera
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{188} (Lo encuentra desarmado [provoca] el duelo
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Según informaciones, se trataba de algunas gentes que, al volver de hacer cuarentena, enloquecidas por el duelo y la desgracia, prendían fuego a sus casas haciéndose la ilusión de que mataban la peste
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Comenzaron los rosarios y las misas, el prolongado duelo insoportable, repleto al atardecer de visitantes conocidos, así como también de esos lúgubres cuervos que sólo hacen su aparición cuando comienza a oler la carne ya difunta
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Durante el almuerzo, que era excelente, y servido con un esmero delicado, Franz buscó con los ojos las miradas de Alberto, a fin de leer en ellas la impresión que no dudaba habrían producido en él las palabras de su huésped, pero ya sea que en medio de su desdén habitual no les hubiese prestado grande atención, ya sea que lo que el conde de Montecristo le había dicho con relación al duelo le hubiese agradado, sea, en fin, que los antecedentes que hemos referido, conocidos sólo de Franz, hubiesen aumentado para él el efecto de la teorías del conde, no se dio cuenta de que su compañero estuviese tan preocupado
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»—¿Para qué? Vuestro hermano habrá tenido alguna querella, y se habrá batido en duelo